lunes, mayo 13, 2013

¿Como curar la tristeza?



Estamos a mediados de mayo. La primavera se va acabando y está por llegar el verano. Los días se alargan, hay más luz solar, más vida en las calles. Se percibe más alegría y expectación porque las vacaciones del verano son las más esperadas: viajes, playas, paseos a pie o en bicicleta, etc. 


Sin embargo y a pesar de los días más luminosos, hay gente que vive enferma de tristeza. La tristeza es un sentimiento más común de lo que pensamos, pero es el que mejor disimulamos. Puede ser por desamor, por  carencias o por enfermedad y depresión, pero mucha gente no se considera muy feliz.  ¿Cómo curar la tristeza? Hay muchas cosas positivas que se pueden hacer para sentirse mejor como tomar un baño de sol, intentar aprender a bailar, hacer ejercicio o buscar a tus amigos verdaderos. 


Además, los expertos dicen que hay que evitar los siguiente:

  • Refugiarse en el alcohol.
  • Tomar decisiones importantes en ese momento.
  • Dejar de dormir.
  • Permanecer mucho tiempo solo.
  • Olvidarse de sus seres queridos y familiares.
  • Creer que el tiempo lo cura todo.

Aquí un cuento que explica cómo vencer la tristeza:

En un reino muy lejano vivía un rey poderoso amado por sus súbditos y respetado por los soberanos vecinos. Llegó un día en que el rey se sintió enfermo y llamó a los médicos de la corte para que pusieran remedio a su mal. Todos los eminentes doctores se reunieron en consulta, pero no sacaron en claro qué dolencia aquejaba a su monarca.
Pasaban los días y las semanas y el rey estaba cada vez más triste.
-Tiene la enfermedad de la tristeza- concluyeron los médicos reales. Y empezaron a desempolvar viejos
pergaminos y antiguos libros del arte de la medicina para hallar el remedio a la enfermedad de la tristeza. Las boticas del reino elaboraron los más raros brebajes y pócimas. Todo fue en vano; el rey estaba cada vez más apesadumbrado, más melancólico y la tristeza llegaba a todos los rincones del palacio.

Cierto día se presentó un médico de larga barba blanca  y se ofreció a visitar al soberano para buscar remedio a su terrible mal. El rey y sus médicos se avinieron a ello. El recién llegado lo examinó, lo auscultó largo rato, preguntó por todos los síntomas y solamente sentenció:
-Su majestad sólo sanará si viste con la camisa de un hombre feliz.
Inmediatamente partieron veloces los emisarios del rey por todos los caminos del reino hasta los rincones más lejanos. Cualquier persona que a primera vista les parecía feliz, les desengañaba luego: sí, pero la vista me falla...; sí, pero mi hijo se marchó de casa y no sabemos dónde está...; sí, pero la cosecha de este año...; sí, pero de vez en cuando la reuma...Hasta que, por fin, oyeron un cantar alegre que llenaba medio valle. Acudieron enseguida y encontraron a un hombre que cantaba a pleno pulmón mientras preparaba una comida frugal bajo la sombra de un puente para resguardarse del sol.
-¿Eres completamente feliz, buen hombre?- le preguntaron.
-Sí, completamente feliz, respondió el aldeano.Pues danos tu camisa porque el rey la necesita para recobrar su salud. El hombre se puso a reír, abrió su pobre suéter y los emisarios del rey vieron con sorpresa que... no llevaba camisa.

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