Toda
enfermedad tiene un sentido oculto, trae una enseñanza y llama a un cambio.
Dura verdad que el agudo escritor húngaro Sandor Marai profundiza con sapiencia
en su estupenda novela La hermana: ¿cómo la mentira de una vida ha llegado a
traducirse en enfermedad?, ¿cómo se ha convertido lo que había en el alma en
datos clínicos: cálculos, acidez, trombosis o la mentira que el día anterior se
llamaba trabajo o deber, ambición o amor o vida familiar, un día grita que ya
no soporta su entorno, o su propia vanidad o la rutina con que se ha pretendido
tapar el vacío de una vida? Sigue gimiendo y gritando porque ya no aguanta la
mentira transformada en enfermedad. La vida es veneno si no creemos en ella, si
ya no es más que un instrumento para colmar la vanidad, la ambición y la
envidia.
mensaje
directo y sin atenuantes, no solo para los enfermos y los médicos, sino para
todos nosotros. Como bien sentenciaba un sabio: cuando el cuerpo se enferma es
el alma la que pide auxilio a gritos.
En el
cuerpo simplemente se somatizan los vacíos interiores, las pesadillas mentales
y las cargas emocionales. Tema que se profundiza en La enfermedad como
camino, un libro inquietante y bastante conocido. Conviene leerlo con mente
abierta y sin la ceguera de tantas creencias bloqueadoras. Solo tienes un
cuerpo sano cuando sanas están el alma y la mente, cuando hay armonía y
equilibrio. En suma, es rara la enfermedad en un ser humano que ha despertado,
se ha vuelto consciente y ama aquí y ahora.
No se
puede generalizar, pero suele suceder que usted se enferma de los ojos cuando
no quiere ver algo, de los oídos cuando hay hechos o seres que no desea aceptar
o escuchar, sufre de estreñimiento si hay personas, cargos o posesiones que no
está dispuesto a soltar, se fractura cuando es rígido, o está mal de la
digestión porque no se traga a una persona o su propia realidad. No es casual
que algunos se accidenten de seguido, se quemen más que nadie o sufran dolores
de cabeza persistentes que la medicina tradicional no cura. Detrás de todas las
dolencias hay grietas internas, desajustes emocionales, odios atorados,
rencores virulentos, envidias, codicia, desenfreno, celos, tensión y otras
plagas.
Sandor
Marai nos presenta magistralmente en su novela a un médico chamán, de esos que
son tan escasos, y, si usted bucea en la novela, podrá caer en la cuenta de
cómo la voz interna nos habla y nos previene ante el mal, pero no la
escuchamos. En la India, donde hay más chamanes o seres conectados con lo
espiritual, se educa a las personas para que no peleen con la enfermedad, se
hagan amigos de ella y se formulen preguntas como éstas: ¿qué vienes a
enseñarme?, ¿para qué llegas a mi vida?, ¿qué es lo que necesito aprender y qué
me conviene cambiar? Saben que la enfermedad es una maestra.
Detrás de todas las dolencias hay grietas internas, desajustes emocionales,
tensión y otras plagas
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-2820454

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