Una relación debe comenzar y desarrollarse en mutua libertad. Si se mira la relación en
términos de «mutua» relación, se verá que Dios puede quejarse respecto a nosotros mucho más que nosotros respecto de EL. Nos quejamos de que El no se nos hace presente durante los pocos minutos que le reservamos; pero qué decir de las veintitrés horas y media durante las cuales Dios puede estar llamando a nuestra puerta y le contestamos: «Estoy ocupado, lo siento», o cuando no contestamos en absoluto, porque ni siquiera oímos la llamada a la puerta de nuestro corazón, de nuestra mente, de nuestra conciencia, de nuestra vida. Así es que hay ocasiones en las que no tenemos derecho a quejarnos de la ausencia de Dios, porque nosotros estamos mucho más ausentes de lo que El lo está nunca.
Anthony Bloom
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
¿Qué opinas de esto? Deja tu comentario!