Seguramente será la primera vez que escuches esta palabra; “GOUM”, es normal que te llame la atención y te resulte un tanto extraña, pues tiene que ver con una propuesta bastante peculiar. El término “GOUM”, tiene raíces semíticas y significa “resurgir”, el mismo Jesús lo empleó al decir “Talita Kum”, traducido como “levántate y anda”.
La historia del “GOUM” comenzó en 1969, en Francia, cuando el scouter Michel Menu reunió a media docena de jóvenes y se marchó una semana a caminar por las tierras desérticas de Causses, al sur de Francia. Al año siguiente eran casi el doble de jóvenes los que acudieron y así comenzó poco a poco a formarse esta aventura. Años más tarde se empezó a difundir la propuesta caminando también por Italia, por Marruecos, por Tierra Santa… y desde hace un par de años también por España. En estos 40 años de vida del GOUM, son más de 10.000 las personas que en todo el mundo han tenido la experiencia de vivir esta peregrinación.
Consiste en una experiencia de peregrinación apoyada en cinco pilares; la comunidad, el camino, la belleza, el desierto y la Fe. Cada experiencia de este tipo se realiza siempre en grupo, en una comunidad de unas 20 personas y siempre acompañado, al menos, por un sacerdote que celebrará la Eucaristía todos los días al amanecer. En los ocho días que dura un raid GOUM, se caminan aproximadamente unos 150 o 200 kilómetros, aunque en realidad el camino geográfico no es más que una excusa para poder realizar el camino interior de cada uno. Otro de los pilares es la búsqueda de la belleza donde aparentemente no hay, por eso es imprescindible hacer la experiencia en una zona desértica y deshabitada, sin paisajes montañosos, sin árboles frondosos, sin grandes ciudades… Tan solo acompañado de campos de trigo o de girasoles. El desierto nos ofrece lo poco que necesitamos; agua y algo de leña para poder cocinar el arroz que desayunamos y cenamos todos los días. El menú es muy simple una taza de arroz blanco por la mañana junto a un poco de café y otra taza de arroz por la noche junto a un poco de sopa, y quizás unas pocas moras silvestres.
Cada día se duerme de vivac, es decir con la esterilla y el saco de dormir bajo las estrellas, por la mañana nos despertamos cuando la noche todavía no le ha ganado la batalla al día, se desayuna y en ese momento el sacerdote plantea una catequesis para que reflexionemos durante una hora de silencio personal, mientras va amaneciendo. Después tenemos la Eucaristía, repleta de gestos sencillos pero con un profundo sentido, y comienza nuestro camino. Los primeros que lleguen al lugar donde se va a vivaquear son los encargados de buscar la leña e ir preparando el fuego. Se reza el Angelus antes de cenar y al terminar las vísperas, y cada uno se va al silencio de su esterilla y su saco, a contemplar y admirarse por la belleza de las estrellas.
Una semana caminando en la montaña para saber ¿quién soy yo? ¿qué busco en mi vida? ¿qué me gusta de mi y qué no? ¿cómo me relaciono con los demás y con Dios?
Cada año se organizan una más de una docena de GOUMS entre Francia, Italia, España y ahora en México , los invito a que si les ha llamado la atención y quieren participar en una experiencia o simplemente conocer un poquito más sobre este interesante proyecto busquen en la web: www.goum.es o aqui: http://www.oocities.org/duzcfe8/IMAGENES.html
Miguel Perles Alabau*
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