martes, mayo 28, 2013

En la fiesta de Corpus Christi

En Palestina aun viven muchos musulmanes. Un día un almuecín (sacerdote musulmán), invitó a un sacerdote católico a un debate público acerca de la Eucaristía.
El musulmán le preguntó al sacerdote:
- ¿Cómo es posible que un pedazo de pan se vuelva cuerpo de Cristo?
- Es muy posible —contestó el sacerdote— y te lo demostraré con una comparación muy sencilla. Al comer tú cambias el pan en tu cuerpo. ¿Por qué no puede Dios hacer algo semejante en la Eucaristía, cam­biando el pan en el Cuerpo de Cristo?
El musulmán preguntó:
- ¿Cómo puede un pedazo tan pequeño de pan con­tener todo el Cuerpo de Jesús?
- Mira el cielo y las montañas; son muy grandes. Y, sin embargo tu ojo, aun siendo tan pequeño, alcanza a contenerlos todos. Si tu ojo puede lograr esto ¿por qué no puede Dios lograr que un pedazo de pan con­tenga entero a Jesús?
El musulmán insistió:
- ¿Cómo es posible celebrar en el mundo varias Misas a la vez, y que en cada una esté presente el mis­mo Cuerpo del Salvador de ustedes?
-Para Dios no hay cosa imposible—dijo el sacer­dote católico


Luego tomó en sus manos un gran espejo; lo arrojó al piso reduciéndolo en mil pedazos, y al asombrado musulmán le explicó:
Hace un momento en el gran espejo estaba pre­sente tu rostro; ahora tu rostro está presente al mismo tiempo en cada pedazo del espejo. ¿Por qué no puede el Cuerpo de Jesús estar presente en cada uno de los lugares donde se celebra la Misa?

El debate se concluyó con una cordial despedida, llena de respeto y de paz.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

¿Qué opinas de esto? Deja tu comentario!