domingo, febrero 17, 2013

Aprender a descansar


El consejo de este día de cuaresma es el de aprender a descansar. Para eso hablaremos de Elías, el profeta de Israel que vivió en el siglo nueve antes de Cristo, un tiempo muy difícil para el pueblo de Dios.
Elías tuvo un altercado con los sacerdotes de la religión pagana que adoraba al falso dios Baal. Durante este conflicto, Yahveh se mostró como un Dios que responde a la oración y Elías se alzó como un héroe ganando la exhibición de poderes. Cuando la malvada reina Jezabel supo que el profeta Elias habían acabado con los sacerdotes de su falso dios Baal, dio orden a la policía de que asesinara a Elías. Este tuvo que salir huyendo por el desierto, para salvar la vida. Le sucedió que entonces tuvo una gran depresión de ánimo y deseó morirse. Pero Dios le envió un ángel que le trajo un pan y una jarra de agua, y con este alimento tuvo fuerzas para andar 40 días por el desierto hasta llegar al Monte Horeb o Sinaí y esconderse allí.
Estando allí, en el Monte Santo, sintió que Dios se le iba a aparecer. Llegó un violento huracán, pero allí no estaba Dios. Y sucedió un espantoso terremoto, pero ahí no estaba Dios. Y vino un fuego devorador, y allí tampoco llegaba Dios. En seguida sintió una suave brisa, y ahí sí estaba Dios. Y el Señor mandó a Elías que volviera otra vez a Israel y que consagrara a Eliseo como su sucesor, y a Jehú como nuevo rey. Y desde aquella aparición, aprendió el gran profeta a no ser violento (como el huracán) ni duro (como el terremoto) ni asustador (como el fuego) sino suave y amable (como la brisa).
Muchas cosas podemos aprender de la historia del profeta Elías, pero me quiero fijar en la respuesta que Dios le da cuando el quiere morir, cuando está deprimido debido al cansancio y la desesperación: descanso, alimentación y horas de sueño reparador. ¿Cuántas cosas de nuestra vida cambiarían si aprendiéramos a descansar bien? El cansancio crónico sobreviene porque dejamos pasar mucho tiempo para descansar correctamente. Nuestro cuerpo es sabio y va dejandonos hacer, pero cuando no puede más estalla y se declara en huelga con una gripa u otra enfermedad.Así que no dejes que eso suceda y descansa bien y a tiempo.


Un consejo provechoso sería planear con detalle cómo sería un día de descanso perfecto para ti y !después cúmplelo!

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