La Jornada Mundial de la Juventud es un evento internacional
organizado por la Iglesia Católica que convoca a jóvenes de todas las diócesis
del mundo a encontrarse con su máximo líder espiritual. Los jóvenes son el verdadero
motor de la Iglesia y la garantía de que el futuro tendrá familias cimentadas
en la fe fundada por Jesús. Una experiencia tan diversa, interesante y
profundamente espiritual dejará una huella indeleble en la psique de todos los
participantes. El gran festival de la fe incluye conciertos, feria vocacional,
testimonios, conferencias, catequesis, diversión y muchos momentos de oración.
Pero para alguien que nunca ha ido ¿Qué puede esperar de Rio 2013? Aquí algunas
ideas:
1.
Un encuentro personal con el Dios de la vida. La
jornada es un momento de gracia donde se manifiesta la presencia amorosa y la
energía vital de su amor por los seres humanos. La presencia de los sacramentos
es muy consolador. Los momentos de oración son electrizantes, la presencia de
Jesús en la adoración, en la música, en los hermanos, hacen cada momento
memorable y sobre todo recuerdan que no se está solo en esta vida.
2.
Alegría, diversión y muchos amigos nuevos. La
jornada es alegría desbordante. A cada paso se encuentran manifestaciones
festivas de la alegría de la fe: bailes improvisados, guitarras que acompañan
canticos en diversos idiomas, porras, juegos, y muchos amigos nuevos de todo el
mundo.
3.
Bienvenida calurosa de parte de los brasileños.
El pueblo brasileño es conocido por su maravillosa sangre ligera. Su
generosidad y acogida son famosas y la manera en que celebran y festejan su fe
son dignas de conocerse y disfrutarse. Prepárense a ser testigos de muestras
genuinas de hermandad y hospitalidad.
4.
Revisión de vida. Al contrastar la propia vida
con la vida de tanta gente de tan diversos orígenes, unidos por una misma fe y
con esperanza cierta en el futuro, es imposible no hacer una seria revisión de
la propia vida. Te surgirán preguntas como ¿A dónde quiero llevar mi vida? ¿qué
quiero de mi en el futuro? ¿Qué papel juega mi fe en mi vida?
5.
Unidad en la diversidad. Es increíble ver cómo
miles de personas pueden ser tan diferentes y al mismo tiempo tan parecidas.
Aunque haya muchas diferencias en idioma, origen condición social, historia,
etc. nos unen los símbolos, los sacramentos, el papa, la fe. La JMJ es una
oportunidad de sentirte parte de algo mayor, de trascender las paredes de tu
pobreza humana y de unirte a un contingente histórico de hombres y mujeres que
quieren caminar el sendero del amor.
Por todas estas razones vale la
pena ir a Rio 2013. ¡Allá nos veremos!
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