No
basta amar a una persona para formar una pareja con ella. Aunque íntimamente
ligados, son dos asuntos diferentes. Podemos amar intensa y profundamente a una
persona, y al mismo tiempo darnos cuenta de que no podemos formar una
buena pareja con esa persona.
La
relación de pareja es maravillosa, pero también difícil. No es suficiente, para
construirla, con lindos sentimientos. Hacen falta otras cosas: madurez,
salud emocional, respeto, solidaridad, generosidad, comunicación,
proyectos de vida comunes, acuerdo en los principios básicos, flexibilidad...
El
noviazgo es, precisamente, la etapa para darse cuenta de si dos personas que se
aman pueden o no, al cabo del tiempo, formar un matrimonio feliz. Por eso
necesitan estar atentos a lo que verdaderamente ocurre en su relación, mas allá
de la atracción y el enamoramiento. Conviene que estén atentos a los pequeños
signos, detalles que pueden estar ocultando problemas graves, como los
siguientes, que deben prender una se señal de alarma en nuestra relación:
1.-
VIOLENCIA. Cuando hay violencia en la relación sea verbal,
emocional o física, auque sea leve, esa relación debe terminar de inmediato.
Las esposas de hombres golpeadores, por poner un ejemplo, relatan casi siempre
que de novios ya había gritos e insultos. Nunca pensaron que eso empeoraría, la
violencia nunca construye una relación. Es una profunda falta de respeto.
2.-
CELOS.
Cuando alguno de los dos es celoso, son una señal terrible de inseguridad, de
afán de control y de posesión sobre el otro. Sobre estas bases no puede existir
el autentico amor. Los celos, no son, para nada, una prueba de amor. Al
contrario, significan que el celoso te considera posesión suya, para su uso y
recreación.
3.-
DEPENDENCIA EMOCIONAL. Si se necesitan el uno al otro para ser
felices. La felicidad es una experiencia interna y responsabilidad de cada
quien. Si comparten y enriquecen su felicidad, que maravilla, pero si dependen
del otro para ser felices, si sienten que su vida esta vacía sin el otro, eso
no es amor, es dependencia.
4.-
ALCOHOLISMO. Cuando uno de los dos bebe más de la cuenta. El
alcoholismo una enfermedad. Los enfermos alcohólicos merece amor, comprensión y
respeto, como cualquier persona. Pero, mientras no se recuperen de su
enfermedad, no están capacitados para formar una pareja, mucho menos para ser
padres. Hablamos de recuperación, no solamente de dejar de beber. La
recuperación significa un cambio profundo de la persona, de su carácter, de su
madurez, de su vida espiritual. El alcoholismo es una enfermedad progresiva, de
modo que es probable que durante el noviazgo todavía no se manifieste
plenamente, pero si hay signos de esta enfermedad esta ahí, por ejemplo beber
cada fin de semana, excederse una y otra vez, no poder decir “basta”, aburrirse
en reuniones donde no hay alcohol, hacer o decir cosas que no haría o diría
sobrio, tomar para escapar de tensiones o problemas o para animarse...
5.-
DESEOS DE CONTROL. Si tu novio o novia te presiona a hacer
algo que tu no estás de acuerdo porque le parece bueno para ti. Esto puede
parecer un detalle insignificante, pero en el fondo hay un enorme deseo de
control sobre la otra persona, lo que implica poner obstáculos para que sea
ella misma.
6.-
NO PUEDEN SER AMIGOS. Si lo que los une es la pasión, el deseo,
el enamoramiento; pero no pueden sentarse a platicar; sino se escuchan uno al
otro; sino no pueden compartir sus vidas como hacen con un buen amigo o una
buena amiga, eso que hay entre ustedes no les va a permitir formar un buen
matrimonio.
7.-
PROBLEMAS PSICOLÓGICOS. Cualquier problema psicológico serio es
razón suficiente para terminar un noviazgo, o al menos para plantear la
necesidad de recuperación del afectado antes de formalizar más la relación.
Problemas como depresión, ansiedad, inseguridad profunda, inmadurez,
obsesiones, masoquismo, agresividad, compulsiones, adicciones y otras, deben
ser tratadas profesionalmente antes de formar una pareja. El miembro sano de la
pareja no debe sentirse culpable por dejar al otro con su problemas porque, como
ya dijimos, una cosa es el amor y otra la pareja. Podemos amar a alguien con
problemas, y apoyarlo y ayudarlo en la medida de lo posible, pero de ahí a
formar una pareja hay un abismo. No solamente no es conveniente, sino que no
tenemos derecho a hacerlo, por lo menos no si lo que queremos es formar una
familia.
8.-
MENTIRAS Y OCULTAMIENTO DE ASUNTOS GRAVES. Haber tenido un hijo, por ejemplo,
o padecer una enfermedad seria, así como antecedentes penales o situaciones
familiares problemáticas, entre otros. Estos asuntos, por si mismos, no
necesariamente incapacitan una relación. Pero el otro debe saber que existen
para poder tomar una decisión libre, no con base en engaños. Así que, si
alguien sospecha con cierto fundamento que el otro le está ocultando algo
grave, es mejor terminar esa relación cuanto antes.
9.-
EGOÍSMO.
Cada quien sabe cuándo es egoísta y cuándo el otro lo es. El egoísmo no permite
que se desarrolle el amor.
10.-
JUZGARSE EL UNO AL OTRO. Criticar a sus mutuas familias, no
aprobarse, no darle valor a lo que siente o piense el otro. Todo esto habla de
que no hay un verdadero encuentro entre los dos.
11.- NO
AFINIDAD DE VALORES. No
estar de acuerdo en los valores fundamentales de la vida ¿Cómo podrían
construir una vida en común así?
12.-
NO ESTAR DE ACUERDO EN DETALLES COTIDIANOS. Por ejemplo como
pasar el tiempo libre, que uno le guste bailar y otro no, el tipo de comida,
etc., y no ser capaces de tolerarse uno al otro. Si uno de los dos tiene que
adaptarse a otro, renunciar a sus amigos o actividades que degustan, esa
relación no va a funcionar, porque esta partiendo de un cancelar, al menos en
parte, de uno de lo miembros.
Tomado
del libro “OBRAS SON AMORES Y NO BUENAS...EXCUSAS”
Recopilador:
Pbro. Jorge Amando Vázquez Rodríguez
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