La compasión
es una forma de estar y de relacionarse con el mundo.
Podemos
decir que hay tres modelos de relación con el mundo:
1.-La apatía o indiferencia
Cada día que
pasa hay más personas que pretenden “evadirse del mundo” (lo que no hace muchos
años se llamaba la 'fuga del mundo'). El objetivo puede ser evitar el
sufrimiento, ser felices (en un sentido egoísta y hedonista)... La forma de
conseguirlo es mediante la indiferencia, la despreocupación o incluso el
desprecio por el mundo. “No me importa que se hundaelmundosiyomesalvo”.
2.-La antipatía o condena del mundo
Para los
partidarios de esta interpretación, el ideal es la “apatía”, la insensibilidad,
la no-pasión, la indiferencia. Para estos, la “pasión” es, al menos, un síntoma
de debilidad. Hay otros que se sitúan ante el mundo como jueces implacables.
Ven el mundo y a las personas en la división exclusiva de buenos y malos. En
esta actitud no hay lugar para la compasión sino para la condena. Los malos
deben ser castigados para que cambien. Para ellos sólocabe una mirada de
recelo, de sospecha... a la defensiva. Compadecerlos es ser permisivos, capitular.
En esta película solo los buenos (los míos, los que piensan como yo...) merecen
compasión.
3.-La simpatía o compasión
El punto de
partida es reconocer la bondad de todo y todos (“es la obra de Dios” y por
tanto, el mundo es lugar de salvación y liberación). Una frase puede definir
esta actitud: “como humano, nada de lo humano me es ajeno”. Compartir humanidad
significa ser solidarios, sentir y simpatizar con los demás, vivir en sintonía
con ellos... (Sintonizarno significa estar de acuerdo con la emisora, sino
mantenerse en onda).
Desde esta
perspectiva, los condenados del apartado anterior resultan ser los más
necesitados de compasión, porque son los que más padecen. Parece que es un
problema de ubicación ¿desde dónde miramos a los demás?.
El amor hacia la humanidad se despierta en aquel que ha experimentado la verdad. Y en esta plenitud del amor divino es donde florece la bella y fragante flor de la compasión. La compasión no tiene ego, ni traza fronteras, ni discrimina. La compasión es el amor expresado en su máximo esplendor.
No me importa si eres chico o
chica,
si eres negro o blanco,
si entiendes bien mi lengua y yo
la tuya.
No me importa de dónde vienes
o dónde has nacido.
No importa si tus padres vivían ya
aquí.
No importa si tenemos creencias
diferentes.
Nada de eso importa.
Porque las diferencias nos
enriquecen.
Porque estamos llamados a vivir
juntos.
Y vamos a entendernos.
Trae acá esa mano.
Nos entenderemos.
Esteve
Alcolea
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